Hotel Las Cabañas

Ubicado estratégicamente sobre la Ruta Nacional 14, en su cruce con la Avenida Juan Branchi en La Cruz, Corrientes, el Hotel Las Cabañas se presenta como una opción de alojamiento para viajeros y transportistas que buscan un lugar para pernoctar. Sin embargo, este establecimiento es un claro ejemplo de cómo la experiencia de un huésped puede variar drásticamente, generando un abanico de opiniones que van desde la gratitud por un servicio amable hasta la denuncia de condiciones insalubres. Analizar estas vivencias es fundamental para cualquier potencial cliente antes de decidir si este es el hotel de paso adecuado para su viaje.

Una de cal y otra de arena: Las dos caras del servicio

Al examinar las experiencias de quienes se han hospedado aquí, emerge una notable contradicción. Por un lado, existen relatos que destacan la calidad humana y la predisposición del encargado. Un huésped, por ejemplo, relató con gratitud cómo el dueño no solo le facilitó jabón en polvo, sino que también le prestó su lavarropas personal, un gesto que va más allá de la simple hospitalidad. Este mismo viajero, aunque reconoció ciertas carencias en la limpieza y funcionalidad, valoró la amabilidad, la conversación sobre la historia local y, en definitiva, el haber conseguido lo que buscaba: un lugar para descansar y ducharse. De manera similar, otra opinión positiva describe el lugar como un "muy lindo hospedaje para descansar", con habitaciones agradables, aire acondicionado en perfecto funcionamiento y la conveniencia de tener un comedor al lado. Salvo por la baja presión del agua en la ducha, esta experiencia califica al hotel como un alojamiento económico, ordenado y recomendable.

Estas reseñas pintan la imagen de un lugar modesto, sin lujos, pero que cumple con lo esencial y lo compensa con un trato cercano y servicial. Para el viajero sin grandes pretensiones, que simplemente necesita un techo para pasar la noche en la ruta, estas cabañas en Corrientes podrían parecer una opción viable.

Señales de alerta: Las críticas severas y recurrentes

En el extremo opuesto, se encuentra un volumen considerable de críticas extremadamente negativas y detalladas, que describen una realidad completamente diferente. Varios huéspedes recientes han calificado su estancia como una experiencia deplorable, utilizando términos como "asco", "posilga" y "desastre total". Estas críticas no son vagas; apuntan a problemas específicos y graves que cualquier viajero debería considerar.

Problemas de limpieza e higiene

La queja más recurrente es la falta de limpieza. Múltiples usuarios denuncian un estado de suciedad generalizado, con presencia de telarañas, hormigas y un penetrante olor a humedad. Un comentario llega a mencionar que sus gatos orinaron el auto y que la sensación de picazón en el cuerpo les hizo sospechar de la presencia de pulgas, lo que los obligó a abandonar el lugar a pesar de haber pagado la noche. Estas descripciones chocan frontalmente con la idea de un lugar "limpio y ordenado", sugiriendo, como mínimo, una inconsistencia alarmante en el mantenimiento de las instalaciones.

Infraestructura en estado de abandono

Más allá de la limpieza, el estado de la infraestructura es otro punto crítico. Los relatos sobre el mal funcionamiento de servicios básicos son numerosos. Un huésped contó cómo la ducha se desarmó mientras intentaba usarla, impidiéndole bañarse, a lo que se sumó la falta de agua caliente. La ausencia de agua caliente es una queja repetida, a veces justificada por el encargado con la excusa de que "recién prendía el termotanque". Otro problema grave es la deficiencia en la instalación eléctrica; varios comentarios señalan que los enchufes no funcionaban, impidiendo cargar dispositivos electrónicos como celulares, un elemento hoy indispensable para continuar un viaje de forma segura. Colchones y almohadas descritos como "malísimos" o "todo usado" completan un panorama de abandono que dista mucho de ser un lugar apto para el descanso.

El factor precio y la atención al cliente

Un aspecto que agrava las críticas es el precio. Varios huéspedes mencionan haber pagado una suma considerable (alrededor de 60,000 pesos argentinos según comentarios de 2024/2025), una tarifa que consideran un abuso dada la calidad del servicio recibido. La sensación de estafa se ve acentuada por relatos sobre el comportamiento del encargado. Mientras algunos lo encontraron amable, otros lo describen como "desagradable" y con un "aspecto de abandono" similar al de las cabañas. La acusación más grave proviene de una usuaria que afirma que, tras cobrarles, el dueño se excusó diciendo que debía atender una emergencia familiar y desapareció, dejándolos solos en un lugar deplorable y sin un número de contacto para reclamos.

¿Qué puede esperar un viajero al reservar hotel aquí?

La disparidad en las opiniones de hoteles como este puede deberse a varios factores. Es posible que la calidad del alojamiento varíe significativamente entre las distintas unidades; algunos podrían haber sido ubicados en las cabañas frontales, que aparentan estar en mejor estado, mientras que otros fueron derivados a "departamentos del fondo todos rotos". También es plausible que el estado del hotel haya sufrido un deterioro progresivo, lo que explicaría por qué las críticas más recientes son abrumadoramente negativas.

Para quien considere dónde dormir en La Cruz, especialmente si busca hoteles en la ruta 14, Hotel Las Cabañas representa una apuesta de alto riesgo. La evidencia sugiere que, si bien una minoría ha tenido una experiencia aceptable centrada en la amabilidad del trato, la mayoría de los reportes recientes alertan sobre problemas graves de higiene, mantenimiento y servicio que no se corresponden con el precio cobrado.

Recomendaciones antes de decidirse

• Inspeccionar antes de pagar: Dada la inconsistencia, es crucial pedir ver la habitación o cabaña asignada antes de realizar cualquier pago.
• Verificar servicios básicos: Comprobar personalmente que funcionen los enchufes, que haya agua caliente y que la ducha esté en condiciones operativas.
• Consultar reseñas recientes: Prestar especial atención a las opiniones más nuevas, ya que suelen reflejar el estado actual del establecimiento con mayor fidelidad.
• Tener un plan B: Considerar otras opciones de alojamiento en la zona y tenerlas como alternativa por si las condiciones de Las Cabañas no son las esperadas.

el Hotel Las Cabañas de La Cruz es un establecimiento que genera sentimientos encontrados. Podría ser, en el mejor de los casos, un modesto refugio para pasar la noche gracias a un encargado servicial. Sin embargo, el peso de las evidencias negativas lo perfila más como un lugar a evitar, donde el viajero cansado corre el riesgo de encontrarse con una habitación sucia, servicios deficientes y un precio injustificado. La decisión de alojarse aquí debe tomarse con extrema precaución.