BRIGADIER BH
AtrásUbicado en la calle San Luis al 3148, el Brigadier BH fue durante décadas un punto de referencia en la oferta de hoteles y alojamientos en Santa Fe. Sin embargo, hoy sus puertas están permanentemente cerradas, dejando tras de sí un legado complejo y contradictorio, reflejado en las experiencias de quienes alguna vez fueron sus huéspedes. La historia de este establecimiento concluyó en 2020, tras 50 años de trayectoria, cuando la crisis económica agravada por la pandemia llevó a su cierre definitivo. Su dueño, Mario Hilbert, tomó la difícil decisión de vender todo el mobiliario, desde camas hasta televisores, marcando el fin de una era. Este análisis retrospectivo se basa en las numerosas opiniones de sus visitantes para entender qué ofrecía este hotel y por qué generaba reacciones tan dispares.
Una Propuesta de Valor Dividida
El punto central que definía la experiencia en el Brigadier BH era su relación precio-calidad. Para un segmento de viajeros, el hotel representaba una opción de alojamiento barato y conveniente. Una huésped relató haberse llevado una grata sorpresa al conseguir un precio muy conveniente para dos familias, describiendo el lugar como modesto pero limpio, con habitaciones confortables y un desayuno rico. Para ella, la relación precio-calidad era "inmejorable", destacando que no se trata de un hotel de lujo, sino de una alternativa funcional. Esta percepción positiva lo posicionaba como una opción viable para quienes buscaban hoteles económicos sin grandes pretensiones.
No obstante, esta visión no era unánime. Otros huéspedes tenían una opinión completamente opuesta, considerando que la tarifa no justificaba las deficiencias. Una de las críticas apuntaba a que la "relación precio-calidad no era muy buena", mencionando problemas específicos como un baño en mal estado y camas rotas. Otra opinión, mucho más dura, calificaba al hotel como "muy malo" y un lugar para considerar "solo si no te queda alternativa", sugiriendo que el bajo costo no compensaba la mala calidad del descanso, con colchones finitos o hundidos. Esta dualidad de opiniones sugiere que la experiencia dependía en gran medida de las expectativas del cliente y, posiblemente, de la habitación que le era asignada.
Instalaciones y Confort: Entre lo Funcional y lo Deficiente
El edificio del Brigadier BH era descrito por varios como "viejo" y "feo", una apreciación que marcaba la primera impresión de muchos visitantes. Las habitaciones de hotel generaban opiniones encontradas. Mientras algunos las encontraban confortables y adecuadas para el descanso, otros se quejaban de un mantenimiento deficiente. La calidad de las camas era un punto de fricción recurrente, con menciones a colchones incómodos que afectaban directamente la calidad del sueño, un factor primordial al momento de reservar hotel.
A pesar de las críticas, había aspectos que recibían elogios inesperados. La ducha, por ejemplo, fue destacada en una reseña de forma muy positiva, describiéndola como "hermosa, súper agradable y potente", un detalle que mejoraba considerablemente la estancia en hotel de ese huésped. Por otro lado, la limpieza general era un punto a favor, mencionada como "muy bien" incluso por clientes que tuvieron otras quejas. Sin embargo, la infraestructura mostraba sus años y falta de inversión en áreas críticas. Un incidente grave fue reportado en el garaje, una comodidad muy valorada por los viajeros. Una clienta afirmó haber dañado una rueda de su vehículo con unos hierros en el suelo en una zona mal iluminada, lo que pone de manifiesto posibles fallos de seguridad y mantenimiento.
Servicios Clave: El Desayuno y la Atención al Cliente
Para muchos viajeros, la inclusión del desayuno es un factor decisivo. En este aspecto, el Brigadier BH recibía críticas consistentes. Las descripciones del servicio iban desde "limitado" y "no es autoservicio" hasta directamente "malo" y "flojo". Una de las quejas detallaba que las facturas servidas no eran frescas, mientras que otra calificaba el café como "horrible" y servido en tazas de baja calidad. Aunque algunas opiniones lo consideraban simplemente "bueno" o "rico", la percepción general era la de un servicio básico que no cumplía con las expectativas de un buen hotel con desayuno incluido.
El trato del personal era, quizás, el aspecto más polarizante y problemático del hotel. Las opiniones de hoteles sobre este punto son un claro indicador de una gestión inconsistente. Algunos huéspedes no reportaron problemas, pero muchos otros describieron una atención deficiente. Se mencionan empleados que "contestan mal", proporcionan información contradictoria sobre horarios y una actitud general poco servicial, como no entregar toallas a menos que se pidieran explícitamente.
Más preocupantes son las acusaciones directas contra la dirección. Un testimonio relata una "horrible experiencia" con quien se identificó como el dueño del hotel. A raíz del incidente en el garaje, la huésped asegura que no solo no se hicieron responsables, sino que fue maltratada verbalmente, acusada de estafadora y expulsada del establecimiento. Este tipo de relato, junto con la observación de que el personal parecía "absolutamente sometido", pinta un cuadro muy negativo de la cultura de servicio y la gestión del hotel, afectando gravemente su reputación y posicionándolo lejos de los mejores hoteles en términos de hospitalidad.
Un Legado de Contradicciones
El cierre del Brigadier BH en Santa Fe marcó el final de un alojamiento que operó durante medio siglo en un espacio de ambigüedad. Para algunos, fue una solución económica y sin pretensiones, un lugar que ofrecía lo básico de manera aceptable: una buena ubicación, cochera y un nivel de limpieza correcto. Para otros, fue una fuente de frustración y decepción, con instalaciones anticuadas, servicios deficientes y, en los peores casos, un trato inaceptable por parte de la gerencia. La calificación promedio de 3.3 estrellas encapsula perfectamente esta realidad dividida. El Brigadier BH ya no es una opción para los viajeros, pero su historia sirve como un recordatorio de que en el sector de la hostelería, la consistencia en el servicio y el mantenimiento adecuado son tan cruciales como el precio.